Aunque no lo parezca, la capacidad de alimentase y nutriese de manera autónoma y saludable implica procesos realmente complejos. Los trastornos alimentarios, o de la conducta alimentaria (TCA) agrupan un conjunto de problemas caracterizados por comportamientos, creencias y emociones anómalos sobre la alimentación, el peso y la forma corporal. Son clasificados como trastornos mentales en el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (Diagnostic and statistical manual of mental disorders, DSM) y reflejan una diversa serie de fenómenos biológicos, psicológicos y sociales.
Entre los TCA, existen diferentes subgrupos con variados cursos y desenlaces:
- Anorexia Nerviosa (AN): La clasificación actual del DSM V establece como criterios oficiales de la Anorexia nerviosa:
- Restricción del consumo energético relativo a los requerimientos que conlleva a un peso corporal marcadamente bajo.
- Miedo intenso a ganar peso o a convertirse en obeso, o una conducta persistente para evitar ganar peso, incluso estando por debajo del peso normal
- Alteración de la percepción del peso o la silueta corporales, exageración de su importancia en la autoevaluación o persistente negación del peligro que comporta el bajo peso corporal actual
- Bulimia Nerviosa (BN): La clasificación actual del DSM V establece como criterios oficiales de la Bulimia nerviosa:
- Presencia de atracones recurrentes. Un atracón se caracteriza por: Ingesta de alimentos en un corto espacio de tiempo (ej. dos horas) en cantidad superior a la que la mayoría de las personas ingerirían en un período de tiempo similar y en las mismas circunstancias. Sensación de pérdida de control sobre la ingesta de alimentos (ej. no poder parar de comer o no poder controlar el tipo o cantidad de comida que se está ingiriendo).
- Conductas compensatorias inapropiadas, de manera repetida, con el fin de no ganar peso, como son provocación del vómito, uso excesivo de laxantes, diuréticos, enemas u otros fármacos, ayuno y ejercicio excesivo.
- Los atracones y las conductas compensatorias inapropiadas tienen lugar como promedio al menos una vez a la semana durante un período de tres meses.
- Autoevaluación exageradamente influida por el peso y silueta corporales.
- Trastorno por atracón: Como su nombre indica, la característica central de este trastorno es la presencia recurrente de atracones, y, sin que aparezcan conductas compensatorias como sí que aparecen en la AN y BN.
La clasificación actual del DSM V establece como criterios oficiales del trastorno por atracón:
- Sobreingesta frecuente (al menos una vez a la semana durante tres meses) con falta de control (no poder parar, no controlar la cantidad, etc.), acusados sentimientos de malestar psicológico y tres o más de los siguientes:
• Ingesta más rápida de lo normal
• Ingesta hasta sentirse inconfortablemente lleno
• Ingesta de grandes cantidades de alimento sin sentirse físicamente hambriento
• Ingesta en soledad por sentimientos de vergüenza asociados a la cantidad ingerida
• Sentimientos negativos sobre sí mismo
- Otros trastornos alimentarios: Esta categoría hace referencia a la sintomatología del cuadro clínico produce malestar y un deterioro clínicamente significativo, pero no cumple todos los criterios oficiales para un diagnóstico concreto en lo referente al trastorno alimentario y de la ingesta de alimentos.
La clasificación actual del DSM V establece como otros trastornos alimentarios:
- Anorexia nerviosa atípica: Aun con significativa pérdida de peso, éste se mantiene normal o incluso por encima de cifras de normalidad.
- Trastorno purgativo: Conductas purgativas recurrentes para influir en el peso o forma corporal (vómitos provocados, diuréticos, otros fármacos, laxantes, todo ello sin atracones). El auto-concepto está indebidamente influido por la forma corporal o el peso o hay un intenso temor a ganar peso.
- Síndrome de ingesta nocturna: Episodios recurrentes de ingesta nocturna, con despertares de noche o excesivo consumo de alimentos tras la cena, con conciencia y recuerdo de la ingesta y no es explicado mejor por alteraciones vigilia/sueño o por normas sociales.
A pesar de las diferencias entre los diferentes diagnósticos todos ellos comparten una psicopatología básica común que los define y distingue: la sobrevaloración que hacen las personas del peso y forma corporales en su valor como persona. Esta valía depende de unos valores alimentarios tan alterados que pueden llevar a la persona a graves complicaciones físicas o incluso a la muerte. La alteración en la conducta alimentaria viene como consecuencia de los intentos por controlar un peso y un cuerpo que no toleran, y entorno a esta característica central se articula el resto de la sintomatología de los TAC.
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